Frecuencia oído humano, ¿cuál es el rango auditivo de las personas?

Marco Arroyo
Marco Arroyo

El sentido del oído es básico para la comunicación de los seres humanos, permitiéndole percibir los sonidos del entorno. Haciendo uso del oído, las personas aprenden a hablar y son capaces de relacionarse con los otros.

El oído humano es un órgano complejo, que cuenta con los elementos necesarios para percibir las ondas acústicas en unas frecuencias determinadas. Así, el espectro audible de las personas es diferente al de otros mamíferos, como los murciélagos, que recogen sonidos a altas frecuencias.

Cuando el funcionamiento del oído se ve afectado, no es capaz de percibir todas las frecuencias a las intensidades adecuadas, afectando su capacidad de escuchar. Aprende sobre el rango auditivo, las frecuencias de ondas sonoras de las personas y la forma en que se determinan los grados de pérdida auditiva.

¿Qué es el rango auditivo humano?

Para entender esto, es necesario comprender qué es y cómo funciona el sonido y la manera en que es percibido por el oído humano. Este fenómeno puede definirse como una sensación que se percibe mediante el sentido del oído, que se forma al recibir las ondas sonoras.

Las ondas acústicas tienen forma longitudinal, desplazándose en distintas frecuencias, dentro de las que se encuentran las ondas sonoras. Estas son las ondas que se encuentran en el rango que percibe el sonido humano o muy cercano a este.

Desde el punto de vista físico, el sonido se define con base a la intensidad, el tono y el timbre, las cuales se asocian a la frecuencia, amplitud y la forma que tiene la onda sonora:

  • Intensidad: se refiere al nivel de presión que se percibe, expresado en dB, el cual equivale a 20 µPa y tiene que ver con el volumen del sonido. Puede variar con la frecuencia, por lo que la escala de dB se establece para un oyente promedio en una frecuencia de referencia de los 1.000 HZ.
  • Tono: relacionado con la frecuencia, la cual está expresada en HZ. Así, los tonos graves se asocian a frecuencias bajas, mientras que los agudos corresponden a frecuencias altas.
  • Timbre: es lo que permite al oído identificar las características particulares de la fuente del sonido. Por ejemplo, reconocer la voz de una persona o un instrumento musical, asociándose a la frecuencia y armonía del sonido percibido.

Una vez conocidas estas características, hay que manejar otros conceptos a fin de entender la capacidad auditiva humana:

Umbral de audición

Para una señal auditiva, es la menor presión sonora (expresada en dB), que es capaz de generar una sensación audible cuando no hay ruido. El mismo depende directamente de la frecuencia, por lo que cuando las frecuencias son bajas, se necesita una mayor intensidad para percibir el sonido.

Por ejemplo, una frecuencia de onda de 125 Hz a 15 dB de intensidad, es casi imperceptible al oído humano.  Mientras que una frecuencia de 500 Hz a esa misma intensidad, se percibirá perfectamente.

Cuando una persona es sometida a niveles de ruido medios, puede producirse una leve sordera, por lo que desmejora su umbral de audición.

Se estima que el umbral de audición de una persona promedio es de 20 micropascales (0 dB), cuando la frecuencia de la onda va de 1 a 4 kHz. No obstante, el umbral de audición varía entre las personas, asociado a distintos factores, como la edad y las condiciones ambientales.

Rango auditivo

Cuando se sobrepasa el umbral de audibilidad, el oído es capaz de percibir tanto la intensidad sonora como los tonos y timbres. El rango auditivo es variable, debido a que tiene una relación directa entre la intensidad y la frecuencia de las ondas sonoras.

En general, si las frecuencias son menores a 20 Hz, no producen sonidos audibles, pero pueden apreciarse cuando la intensidad es alta. En estos casos, se perciben como vibraciones en algunas partes del cuerpo, principalmente el abdomen.

Cuando las frecuencias del sonido son muy bajas, cercanas a los 20 Hz, es necesaria una mayor intensidad (80 a 90 dB), para entrar dentro del rango auditivo humano. Mientras que al aumentar la frecuencia, se pueden percibir las ondas sonoras con una menor intensidad.

En cuanto al volumen (magnitud con que se percibe la sensación auditiva), tiene una alta relación con la intensidad del mismo. Aunque también interviene la frecuencia, el oído humano tiene un límite para soportar altas intensidades:

  • Entre los 0 a 80 dB, no se causa daños al oído y la percepción va a depender de la frecuencia y la capacidad auditiva de la persona.
  • Una intensidad que va de los 90 a 110 dB puede empezar a afectar la funcionalidad del oído. También, influye el tiempo de exposición a estos niveles de ruido.
  • Entre los 110 a 120 dB, la persona comienza a percibir molestias físicas.
  • De 120 a 140 dB hay sensación de cosquilleo en la cavidad auditiva y no se soporta durante mucho tiempo.
  • Un nivel de ruido de 140 a 150 dB causa dolor intenso en el oído y un período de varios minutos, puede causar daños importantes.
  • Por encima de los 150 dB, el daño causado al oído será permanente.

¿Cuál es la frecuencia que escucha el oído humano?

Las ondas acústicas formadas cuando se genera el sonido, se miden en Hertzios (Hz), que equivale a la formación de una onda por segundo. Estas ondas producen distintos sonidos, los cuales se han clasificado de la siguiente forma:

  • Infrasonidos: son los producidos por frecuencias menores a los 15 Hz, que no capta el oído humano. Sin embargo, a altas intensidades, es posible percibirlos como vibraciones en los tejidos blandos del cuerpo.
  • Sonidos audibles: son aquellos que producen ondas en frecuencias desde los 15 Hz hasta los 20 kHz. Esto puede variar entre personas y se ve afectado principalmente por la edad, perdiendo los adultos la capacidad de escuchar las frecuencias más altas.
  • Ultrasonidos: son frecuencias de onda superiores a los 20 kHz, que el oído humano no tiene capacidad de percibir. No obstante, muchos otros mamíferos si pueden hacerlo, como perros, lobos, murciélagos o la ballena dentada (llega a percibir hasta 325 kHz).

Dentro del espectro de frecuencias capaces de ser escuchadas por el oído humano, se pueden reconocer distintos tonos. Estos se asocian a niveles de frecuencias bajas, medias y altas:

  • Tonos graves: son los que van desde los 16 hasta los 250 Hz, pudiendo percibirse mejor a intensidades más altas.
  • Tonos medios: estos se encuentran en el rango entre los 256 H a 2 kHz, es el nivel de frecuencia de la mayoría de las conversaciones.
  • Tonos agudos: van desde los 2 kHz hasta los 20 kHz. Sin embargo, un adulto promedio únicamente percibirá hasta unos 16 kHz, ya que los tonos más altos lo escuchan principalmente los niños.

La zona donde hay una mayor sensibilidad acústica en el oído humano, es entre los 3 a 4 kHz, mientras que el área de conversación va entre los 300 Hz a 3,4 kHz. En este rango, es donde se perciben mejor el tono y los timbres del interlocutor.

Grados de pérdida auditiva

La hipoacusia es la pérdida de la capacidad auditiva en las personas, la cual afecta a un 5% de la población mundial. En muchos casos, es una condición que genera discapacidad, afectando la calidad de vida.

Si consideras que no estás percibiendo los sonidos con claridad, es conveniente que te sometas a pruebas con un audiólogo. En Audifonosinvisibles.net puedes hacerlas de manera gratuita, y sus profesionales te recomendarán la solución más adecuada para tu caso.

En este sentido, es necesario determinar tu grado de pérdida auditiva, lo cual se hace mediante un audiograma. Así, se puede conocer la intensidad en dB que requieres para percibir los sonidos a distintas frecuencias (desde 500 Hz hasta 8 kHz).

Con base a esto, se ha establecido una clasificación de tu capacidad auditiva, determinando si tienes algún nivel de hipoacusia:

  • Normal: una persona con el oído normal, es capaz de percibir sonidos suaves a una intensidad de 20 dB.
  • Leve: el oído con mejor audición requiere una intensidad del sonido entre los 21 a 40 dB para percibir sonidos leves.  Se tiene dificultad para comunicarse en entornos ruidosos.
  • Moderada: la capacidad auditiva del oído en mejor condición requiere un nivel entre los 41 hasta 70 dB. Cuando habla, el interlocutor debe alzar el volumen de la voz y le cuesta seguir conversaciones grupales.
  • Severa: para percibir los sonidos, necesita una intensidad entre los 71 a 90 dB, por lo que le cuesta mantener una conversación. En general, puede identificar los sonidos y percibir voces, pero no entenderlas con claridad.
  • Aguda: la persona necesita un volumen entre los 91 a 119 dB para percibir los sonidos. No es capaz de entender las voces, percibiendo únicamente las vibraciones.